HERNIAS DE LA COLUMNA LUMBAR

Las hernias de la columna vertebral o hernia del núcleo pulposo son una patología frecuente e invalidante en la población general, afectando a personas de todas edades, siendo más común en personas entre 30 y 50 años, originando un dolor radicular tipo ciático o lumbociático en el caso que ocurra en la región lumbar.

En general, se producen por problemas degenerativos de los discos y se asocian además a traumatismos de columna. Habitualmente, los pacientes se quejan de dolor ciático o lumbociático que se manifiesta como dolor en la región lumbar, glútea, cara posterior del muslo, y pierna con sensación de hormigueos, trastornos de la sensibilidad en la pierna y pie, con o sin alteración de las fuerzas. El dolor se puede iniciar en forma paulatina o bruscamente y suele persistir por más de 10 días a pesar del uso de analgésicos. Si los síntomas persisten, los pacientes deben consultar a un neurocirujano, especialista en cirugía de columna quien sospecha el diagnóstico al realizar un examen físico para determinar si el paciente padece de dolor lumbociático o ciático y complementa el estudio con distintos exámenes imagenológicos como radiografías de columna lumbar, scanner o Resonancia Nuclear Magnética de columna lumbar, el cual es el examen de elección para determinar si existe una hernia del núcleo pulposo en los niveles L4-L5 y L5-S1 (90% de los casos) como los más frecuentes por ser el segmento lumbar más móvil, L3-L4 en 5% de los casos y el restante 5% en los niveles más altos L2-L3 y L1-L2. A veces es necesario además recurrir a otros exámenes complementarios como la electromiografía que nos va a ayudar a precisar las raíces nerviosas comprometidas siendo una ayuda importante cuando el diagnóstico no es categórico.

Depende inicialmente de la sintomatología del paciente, intensidad del dolor radicular y cervical, la existencia de compromiso neurológico ( que presione la médula espinal o los nervios),debilidad en los brazos y piernas, tamaño y compresión de la hernia de columna cervical, lo cual podría ser necesario instaurar una cirugía a la brevedad para disminuir el riesgo de futuras consecuencias. En la mayoría de los casos, las hernias de disco cervical primero son inicialmente tratadas con tratamiento médico, que incluye el descanso o las actividades modificadas, los medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación, y ejercicios, según las recomendaciones de su médico. Su médico podría recomendar que consulte a un fisioterapeuta para aprender cómo hacer ejercicios y proteger el cuello. En relación a la cirugía de hernia cervical, en la actualidad estamos realizando cirugías de columna cervical con abordajes anteriores y posteriores, siendo los abordajes anteriores los más frecuentes realizándose Microdisectomía y colocación de injerto (cage) de titanio u otro material en el espacio cervical, todo realizado con técnicas mínimamente invasivas bajo microscopio quirúrgico.